Se Hace Tarde - Gastón Pedro Carteau

Author: Grupo Nº 5 /

- ¡Julia! ¡Dónde la pusiste?
- ¡Yo no la toqué!
- Entonces, ¿quién fue el gracioso? No está por ningún lado.
- ¿Dónde la habías dejado vos?
- En un estuche nuevo, arriba de este mueble.
- ¿Cuál?
- Este de acá.
- ¿No te fijaste si se cayó al suelo?
- ¡¿Estás loca?! ¿Cómo se va a caer? Salvo que la hayan sacado del estuche; si no...
- ¡Qué bronca, che! Se te va a hacer tarde.
- Y no puedo salir si no la encuentro.
- Hagamos una cosa: vos busca en la habitación de Jorge mientras yo busco en el baño.
- Bueno. Apúrate.
Entré en la habitación de Jorge y en seguida tropecé con sus juguetes.
Los levanté tratando de hacer el menor ruido posible, pero no pude evitar que se despertara
- ¿...Qué pasa papá?
- Nada, nada. Estoy buscando una cosa; dormite de nuevo.
- Bueh...
Se quedó dormido en seguida y yo pude seguir buscando entre los montones de cristales de todos colores desparramados sobre su escritorio, aunque sin éxito. Salí en silencio y me crucé con Julia que venía del baño.
- Ahí tampoco está.
- ¿Se habrá escapado?
- ¿Qué? ¿Sos loco?
- No, pero ha habido casos en que se mueven con estuche y todo.
- Pavadas de la gente.
- No sé. Sigamos buscando.
Registramos sin éxito nuestra habitación, el jardín, la cocina, las salas de servicio y hasta la bodega y el sótano. Nos faltaba solamente levantar el piso. Pero antes de llegar a tanto me acordé de una vieja reliquia que tengo en el living y en la que nunca se me hubiera ocurrido pensar. Corrí hasta esa antigua biblioteca, con libros y todo, que había pertenecido a mi bisabuelo y busqué minuciosamente. La encontré escondida entre las páginas de uno de los libros más grandes, como con miedo. La saqué de allí, cerré ese libro extraño en cuya tapa se leía "Biblia de Jerusalén", abrí el estuche esponjoso donde la había puesto la noche anterior y fui colocándomela en el camino.
Después de todo, me daba no se qué salir a la calle sin mi alma


Este cuento fue publicado en Veinte Jóvenes Cuentistas Argentinos, editorial Colihue, en el año 1986.


El cuento nos narra la historia de un hombre que busca algo que perdió, y no lo encuentra. No sabemos que es lo que busca hasta la última oración. Resulta ser su alma. Nos pareció un cuento, corto, un tanto extraño, ya que lo que un menos pensaría es que él este buscando su alma como si fuera un objeto que uno se coloca y se quita.

Es un cuento de fácil lectura, y entendimiento.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

quien es el narrador?

Unknown dijo...

que sentido religioso le podemos dar al titulo?

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